El mantenimiento del coche es algo importantísimo. Entre otras tareas, el cuidado correcto de los neumáticos es una tarea simple y fácil. Revisarlos continuamente nos ayudará a prevenir accidentes y a conducir de forma más segura. Hay cinco aspectos fundamentales al inspeccionar los neumáticos; estos son la presión, la alineación, la rotación y las bandas. Vamos a conocer cada uno de éstos.
Presión:
La adecuada presión del aire puede prevenir fallos en nuestros neumáticos. Una llanta puede haber perdido hasta la mitad de su presión de aire, sin que parezca desinflado. Por esta razón es importante revisarlso continuamente, ya que a simple vista no podremos saber el estado del neumático.
La cantidad correcta de aire es la especificada por el fabricante del vehículo y se encuentra en los laterales de las puertas delanteras, la guantera o la tapa del tanque de gasolina. También está información está en el manual de cada vehículo.
No tener las llantas a la presión de aire adecuado provoca un deterioro desigual, el coche pierde equilibrio y por tanto al conducir podemos perder el control del vehículo.
Alineación:
Un golpe fuerte contra el reborde puede causar la desalineación de las ruedas y dañar las llantas. Es importante realizar revisiones periódicas al taller para asegurarnos de que nuestro coche esté alineado de forma correcta.
La alineación incorrecta de las ruedas delanteras o traseras puede causar un desgaste desigual de las bandas de rodamiento. Por eso es importante realizar la alineación cuando sientas el volante duro o vibraciones al conducir.
Rotación:
Primero que nada, siempre tenemos que consultar las recomendaciones del manual de nuestro vehículo con respecto a la rotación de neumáticos. Rotar los neumáticos puede arreglar problemas menores como el desgaste irregular de la goma.
Si no ves ningún tipo de desgaste, no significa que no tengas que rotar los neumáticos de tu vehículo. Las llantas deberán rotarse aproximadamente cada 9.5000 a 13.000 kilómetros.
Bandas:
Los neumáticos se deben cambiar cuando una banda de rodamiento presenta una profundidad de unos 18 milímetros. Claro que para saber este dato tan preciso es necesario acudir a un taller y que nuestro coche sea revisado por un profesional. Un desgaste acelerado puede reducir la tracción de las bandas de rodamiento sobre el piso en condiciones adversas.
Como siempre, lo mejor será inspeccionar periódicamente las zonas de desgaste y las zonas lisas de los neumáticos para evitar y prevenir cualquier daño.